La ciencia abierta tiene el potencial de reducir las desigualdades al hacer que el conocimiento científico esté disponible y accesible para un público más amplio, independientemente de su ubicación geográfica, afiliación institucional, nivel de ingresos o especialización disciplinar. Para lograr esto, se recomienda lo siguiente:
- Publicar siempre promoviendo el acceso libre y gratuito a la información científica (disminuyendo el uso de bases de datos de paga).
- Buscar el involucrar a la sociedad civil en la investigación científica, permitiendo que las comunidades locales participen en la identificación de problemas y en la creación de soluciones. Esto puede mejorar la relevancia y la aplicabilidad de la investigación científica y también puede fomentar la colaboración entre diferentes comunidades.
- Rendir cuentas de la forma más transparente posibe. Por ejemplo, indicando de dónde vienen los recursos económicos para llevar a cabo la investigación, o aclarando metodologías, datos y procesos. Esto puede ayudar a prevenir la mala conducta científica y garantizar que los resultados de la investigación sean precisos y confiables.
- Cuando se canalice a la sociedad, se debería usar un lenguaje simplificado y disminuyendo el uso de tecnicismos.